Autor: Saleem Anwar, traducido por Xavier Jimenez del original Who is Allah?, para Red Coran
No hay Dios y por lo tanto Alá no es un Dios.
Allah es Rehman Raheem Rabb Maalik Ahad Samad el Primero y el Último, una Energía que no se puede crear ni destruir, una Presencia holística que no se puede generar ni generar en su especie, sino que crea formas que adoptan sus atributos.
El gran movimiento revolucionario, el objetivo de Deen Islam, fue la eliminación de la adoración de un Dios antropomórfico y emular el funcionamiento de la naturaleza en la sociedad. En realidad, fue un salto adelante de las interpretaciones existentes de las religiones abrahámicas, a saber. Judaísmo y cristianismo.
Es por eso que Alá del Islam no es una deidad per se, una que se alegra cuando se le adora y se enoja cuando no se le reverencia. Alá es Samad. De hecho, un sistema que detesta la esclavitud no puede pretender que las personas sean esclavas del Creador; más bien querría que fueran Khalifa, representantes del Creador.
Espera que sus miembros hagan lo mismo, que participen activamente en la evolución de este universo. Para hacer esto, se requieren ciertas calificaciones.
Rehman: la capacidad de seguir improvisando y enseñar a Rahim: el resultado final de ser un Rehman: el devenir (el viaje de Hamd a maqaame Mahmooda).
Rabb: la actitud de ser responsable de nutrir a los que te rodean gastándose uno mismo para que crezcan sus potencialidades latentes. Maalik: ser responsable tanto de lo que uno crea/inventa como de controlar su creación para que el final sea para un propósito constructivo.
¿Qué hay del Corán?
El Corán es, sin duda, un libro de orientación: es un libro que exhorta a los lectores a observar e investigar.
Deliberamos mucho sobre la orientación, lo que se debe y lo que no se debe hacer, y la inspiración de las historias y eventos de los profetas y sus antagonistas. Pero rara vez hablamos del aspecto de la observación y la consiguiente investigación. Incluso cuando hablamos, normalmente lo atribuimos al Creador; a veces por reverencia y la mayoría de las veces por inercia glotona.
En otras palabras, cualquier ocurrencia o actividad que se base en la probabilidad o posibilidad encuentra su lugar en la carpeta “Voluntad Divina”. Esta era la práctica de nuestros antepasados. Siempre que había relámpagos, truenos, inundaciones, terremotos, erupciones volcánicas, deslizamientos de tierra o tsunamis, la gente solía pensar que Dios estaba enojado. Más tarde, cuando observaron que era estacional, el temor fue reemplazado por la indagación. Gradualmente, a medida que aumentaba el conocimiento, transfirieron los contenidos de la carpeta Divine a la carpeta Discovery.
Si bien es cierto que todo en el universo sucede de acuerdo con la Voluntad Divina, esta voluntad no es aleatoria. Tiene orden y leyes, y este orden nos da la palanca para estudiar, para predecir. Todo lo que necesitamos es observar y luego unir los enlaces. Si hubiera sido aleatorio, entonces las leyes gravitatorias, de flotabilidad o termodinámicas no se habrían descubierto ni aplicado.
Este pensamiento de meter todo en la carpeta de la “Voluntad Divina” muestra nuestra incompetencia. De una comunidad étnica, ¿qué más podemos esperar? Especialmente cuando somos adoctrinados por aquellos que ni siquiera conocen el ABC de la ciencia, la administración y la curación.
Alternativamente, lo que debería haber sucedido es que los musulmanes deberían haber sido científicos, administradores y curanderos. Como mínimo, se habría frenado y contenido la naturaleza explotadora de los descubrimientos y las invenciones.
La solución
La solución es el cambio.
Primero, yo debería ser el cambio, luego mi familia, mis seres queridos y cercanos. Cuando tenemos un modelo exitoso, sigue el boca a boca. Una masa crítica es todo lo que se requiere para sostener una reacción en cadena.