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  • Writer's pictureRed Corán

Sobre la necesidad de encontrar un significado práctico y útil a la Guía Divina.


Durante catorce siglos nos hemos dedicado a estudiar minuciosamente los pasajes, versículos y palabras que componen la “Guía”. Tenemos tal cantidad de libros y materiales de adoración que, puestos en fila, darían la vuelta al mundo varias veces.

Resulta sorprendente, pues, la disparidad de opiniones a la hora de extraer conclusiones sobre cuál es en realidad el modo de aplicar la Revelación para que sea útil. Esta diversidad, que muchos entienden como una bendición, puede que sea la excusa perfecta para no tener que plantearse la “cuestión básica” o aquello que podría hacer pedazos nuestras fantasías e ilusiones. Resulta lamentable comprobar que, en nuestros días, la gente de conocimiento parece coincidir únicamente en que la Revelación Divina contiene “la Verdad”. Después de eso, no existe el más mínimo consenso sobre cómo utilizar esa Verdad a nuestro favor.

La prueba de ello es que, mientras la “Guía” promete que su cumplimiento 7:96 asegura la justicia, seguridad y prosperidad de las comunidades, nosotros vivimos en el caos y la decadencia gracias a prácticas espirituales que no aportan alimento ni protección, charlas inútiles que solo encierran el deseo de huir de la realidad y del más mínimo esfuerzo y narraciones nostálgicas que constantemente nos recuerdan que hace ya mucho tiempo existió una comunidad que tuvo la capacidad de materializar y aprovechar la “Guía”.


-Enfrentarse a la cuestión básica:

Tarde o temprano nos enfrentaremos a nuestras propias fantasía e ilusiones. Llegado el momento, habrá que plantearse aquella “cuestión básica” que tanto miedo nos da: ¿Existe la posibilidad real de aplicar las enseñanzas que aparecen en la Revelación Divina? Si alguien piensa que sí, que nos lo haga saber. Pero que no utilice el viejo argumento de “tenemos el ejemplo en la comunidad que fundó el mensajero”, pues si bien conocemos hasta la posición en que orinaba aquella gente, nada sabemos sobre el modo en que enfrentaron sus propias fantasías e ilusiones ni la manera en que se plantearon la misma “cuestión básica” que tanto miedo nos da a nosotros. Lo único que sabemos con certeza es que ellos resolvieron con éxito sus problemas. Nosotros no. La naturaleza humana no ha cambiado desde entonces y el mensaje de Allah tampoco. Algo anda mal. Tal vez todo se deba a la falta de un enfoque adecuado.


-El lugar que corresponde al conocimiento:

La primera descripción sobre la naturaleza humana que encontramos en el Corán aparece reflejada en el término “khalifa” 2:30, cuya raíz خ ل ف abarca el concepto de “sucesor que, por su naturaleza obstinada, desobediente y opositora tiene la necesidad de reconducirse continuamente para poder llevar a cabo su misión”. A continuación, se explica que a través de la Acción Divina nos fue transmitido el “conocimiento” ع ل م “wallama adam” 2:31 necesario para poder alcanzar la excelencia que proporciona el seguimiento de la “Guía” 2:38.


La primera mención sobre Allah como Señor que encontramos en el Corán es la expresión “rabbi al-alamin” 1:2 Debemos saber que la raíz de “rabbi” ر ب ب recoge tres conceptos básicos: “la acción de alimentar, educar y embellecer algo de forma continua”, “la estabilidad que caracteriza a lo que es firme y constante” y “la capacidad para unir una cosa con otra”. Esto nos deja claro que es Allah quien posibilita los cambios y procesos que corresponden a la creación, evolución y desarrollo final de cada criatura. Aplicada al conocimiento humano, la condición de “rabbi” se materializa en la figura del “maestro que nutre la mente de sus alumnos con pequeñas dosis de conocimiento para que terminen alcanzando un nivel muy elevado de conocimiento” Obtenido ese nivel, el alumno tiene asegurada la capacidad para desenvolverse correctamente en sus futuras actividades.

La raíz de “alamin” ع ل م recoge el concepto básico de “aquello que sirve para distinguir”. De ella se construyen términos como “frontera”, “separación entre dos terrenos” e incluso “labio leporino”. Al parecer, la capacidad para “separar” juega un papel muy importante a la hora de “comprender” y desarrollar el “conocimiento”.

Y la partícula “al” que forma “al-alamin” nos deja muy claro que solo en Allah se materializan los más elevados significados que se pueden construir con ع ل م : “creación”, “el conjunto de todas las fases de acción”, “totalidad”, “exactitud” y “solidez”.

Sin duda, el conocimiento representa la herramienta fundamental para la correcta interpretación de la Revelación Divina. Es el propio Corán quien deja bien claro que para nosotros primero fue el Conocimiento ع ل م y después la “Guía”, pues así lo requería nuestra condición de “khalifa”. Es evidente que, de algún modo, nos hemos desviado de ese orden divino.


-Incapacidad para cerrar el círculo:

Así nos lo confirma cualquier interpretación que revisamos -ya sea liberal o académica- sobre los valores y preceptos que aparecen en el Libro. Incluso añadiendo cualquier cantidad de “corpus post-coránico”, no podemos sostener o calificar de certera ninguna teoría o estudio de los hasta ahora realizados. Cada vez que alguien está a punto de “cerrar el círculo” que ha de conducirnos a la verdad sobre un tema concreto, aparece un ayat que nos lo impide.


No hay necesidad de un “ulema” ع ل م para darnos cuenta de que 19:26 dificulta la interpretación tradicional sobre el ayuno. También resulta difícil de entender como la llamada a la peregrinación establecida desde el Corán esté dirigida al conjunto de la humanidad y que al mismo tiempo la oración sea prescrita únicamente para los creyentes. Incluso el efecto “purificador” del zakat no se comprende cuando observamos que la raíz de dicho término aparece junto a la de “tahara” en un mismo versículo 2:232.

De algún modo, parece que el Corán no permite que nadie se adueñe de ninguna de sus verdades. Tanto es así, que la fórmula “esto significa...” puede llegar a tomarse como una osadía por parte del pensador.

Nos enfrentamos a un grave problema, pues el Libro ha dejado muy claro que tenemos la capacidad de conocer aquello que Allah nos ha Revelado. No es una teoría, es la Palabra de Allah. Y es de esta supuesta incoherencia que nace el miedo a plantearse la “cuestión básica”. Pero como ya hemos dicho antes, tal vez todo se deba a la falta de un enfoque adecuado.


-Elevar la estructura del Libro y simplificarla como método para obtener el enfoque adecuado:

Con un enfoque adecuado se podría obtener la excelencia que antaño caracterizó a la comunidad que fundó el mensajero. La vuelta a la excelencia 110:1-2 se repetirá tantas veces se aplique correctamente la “Guía”. Esto es una realidad, pues de lo contrario no hubiese existido la necesidad de que Allah protegiese el Libro 15:9.

Pero debemos tener muy en cuenta que para mantenerse en la excelencia que otorga el seguimiento de la “Guía” no solo se requiere conocimiento, sino también esfuerzo continuo, tal como advierte la raíz del término sabih س ب ح : “esforzarse al máximo y de forma continua para alcanzar un objetivo” 110:3. Las acciones permanecen, las palabras se las lleva el viento.


Con el enfoque adecuado, la duda de si es posible entender la “Guía” desaparecería al instante. El miedo también dejaría de existir. Pero, ¿qué significa elevar la estructura del Libro y simplificarla? Pues ni más ni menos que desarrollar al máximo las enseñanzas que aparecen en la Revelación para después comprimirlas de tal modo que sean prácticas y útiles para solucionar nuestros problemas.

En primer lugar, se necesitaría un análisis exhaustivo de todos y cada uno de los capítulos, versículos, palabras y letras que aparecen en el Libro, algo que nos permitiría conseguir una interpretación basada en los “contextos”. Sabemos ya que las respuestas que nos ofrece el propio Corán están por encima de la lengua y la tradición árabe, pues ambas se han conservado gracias al Libro, no al revés.

A continuación se deberían entrelazar todos estos “contextos” para luego clasificarlos por “temas”. Cada uno de los “temas” acabaría dentro de “bloques” que finalmente serían agrupados en unas pocas unidades. Cada una de estas unidades sería considerada como un “todo homogéneo”. Una vez realizada esta tarea, solo quedaría simplificar la estructura obtenida de tal modo que fuese fácil de comprender y aplicar. Una interpretación de la “Guía” basada en este método estaría dotada de todo lo necesario para adaptarse a cada problema o circunstancia que apareciese, ya que habría sido elaborada a partir del Conocimiento y la “Revelación”.


-Ejemplo de “tema”, “bloque” y “todo homogéneo”:


Sirva como ejemplo de lo que entenderíamos por “tema” el significado que se encierra tras la raíz de la palabra “nisa” ن س ي “debilidad”. De ella se elaboran algunos términos como “irrelevante; despreciado; que no se tiene en cuenta; considerar que algo no tiene demasiado valor; aquello que carece de cualidades viriles; sin fuerza; femenino”. La visión tradicional entiende casi siempre “nisa” ن س ي como “mujer”, cuando el contexto coránico también permite interpretarlo como “aquellas personas débiles o sin influencia en la sociedad”. Para evitar equívocos, debemos resaltar que la raíz de “nisa” ن س ي se solapa con otras raíces que sirven para construir términos como “ser humano”. Con el enfoque adecuado, la lucha por la igualdad se convierte en algo innecesario.

Sirva como ejemplo de lo que entenderíamos por “bloque” la información que aparece en 2:62 Allí encontramos una clara apertura a la Universalidad del Mensaje, concepto que formaría una unidad o “todo homogéneo” que encerraría tres “bloques” fundamentales: “Unidad”, “Justicia” y “Acción”.


-La espera:

Una vez perdamos el miedo a plantearnos la “cuestión básica”, aparecerán todo tipo de enfoques que traerán consigo nuevas opciones. Pero solo habrá de alcanzar el éxito aquella perspectiva que -de acuerdo a su tiempo y circunstancia- presente el modo más práctico y útil de entender la “Guía”. Sabedora de que no puede llegar a materializarse sin la existencia del Conocimiento ع ل م , la nueva perspectiva otorgará el espacio y la libertad que aquel necesita para desarrollarse.

Hasta la llegada del enfoque adecuado, seguiremos inmersos en procesos espirituales, charlas inútiles y narraciones nostálgicas que seguirán complicando lo sencillo y dividiendo la estructura, una y otra vez. Solo con la llegada del enfoque adecuado solucionaremos nuestros problemas, pues la confusión entre “Islam” y fantasía dejará de existir.


Allah, no hay más deidad sino Él.


La paz sea sobre todos vosotros.

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