Autor: R.Hassan, artículo traducido por Xavier Jimenez para Red Corán del original “Women in Islam: Qur'anic ideals versus Muslim realities”, Plan Parent Chall. 1995.
La trágica ironía del Islam es que su texto sagrado, el Corán, es particularmente solícito con el bienestar y el desarrollo de las mujeres, sin embargo, las tradiciones islámicas discriminan a las niñas desde el momento de su lamentable nacimiento. El Islam se enorgullece de haber abolido el infanticidio femenino, pero uno de los delitos más comunes en muchos países musulmanes es el "asesinato por honor" de mujeres a manos de parientes masculinos.
La descripción coránica del matrimonio sugiere cercanía, reciprocidad e igualdad, pero la tradición define al esposo como el dios de su esposa en forma terrenal (a pesar de la prohibición coránica contra la deificación humana como el único pecado imperdonable), su puerta de entrada al cielo y el árbitro de su destino final.
El Corán permite el divorcio sin culpa, pero las sociedades musulmanas han hecho que el divorcio sea muy difícil para las mujeres, tanto legal como socialmente.
El Corán estipula que ambos padres deben estar de acuerdo en la crianza de los hijos y no usar a los niños uno contra el otro, pero en muchos países musulmanes las mujeres divorciadas pierden automáticamente la custodia de sus hijos cuando los niños cumplen 7 años y las niñas 12.
Las tradiciones musulmanas han malinterpretó el espíritu y las intenciones del Corán en materia de poligamia, derechos de herencia, purdah (mantener a las mujeres aisladas y en casa) y el velo. Estas costumbres originalmente estaban destinadas a proteger a las mujeres e incluso garantizar la autonomía de las mujeres; en cambio, se han convertido en instrumentos de opresión.
El Corán no prohíbe la planificación familiar, una revisión de la literatura sugiere un amplio apoyo religioso y ético para la planificación familiar, pero existe la impresión errónea de que la planificación familiar es anti-Islam. El desafío para todas las mujeres, y especialmente para las mujeres musulmanas, es pasar de una mentalidad reactiva, en la que las mujeres deben afirmar su autonomía frente a la oposición patriarcal, a una mentalidad proactiva, en la que puedan hablar de sí mismas como seres humanos plenos e independientes. con mentes y espíritus tanto como con cuerpos.
Las mujeres musulmanas deben trabajar en plena colaboración con los hombres musulmanes, rechazando los modelos occidentales de liberación, pero también, y lo que es más importante, afirmando los suyos propios.