Autor: David Namuh , Traducido por Xavier Jiménez Sánchez del original "What's up with two women equals one man?"
Primero, debemos mantener en mente el hecho de que este mandato tiene poco que ver con la típica noción de testigo en una corte. Siguiendo con el tema general de mandatos en el Corán, este caso es también trata sobre establecer límites. La medida se restringe a presenciar una transacción “financiera” acordada en plazos fijos. A primera vista no debe parecer un mandato muy amigable hacia las mujeres, pero lo es. Mantengamos en mente también que el escenario con dos mujeres es uno de los dos posibles requerimientos en el momento de registrar una transacción de este tipo. La otra siendo dos testigos varones.
En la mayoría de los casos los dos testigos varones o un varón y dos mujeres responderá por el mismo conjunto de hechos.
La manera en la que yo lo entiendo. No hay nada previniendo a ninguna de las dos mujeres testigos de testificar solas en una audiencia de resolución de disputas. La necesidad de una compañera es mas como una ayuda para la mujer cuando la elige como testigo principal. De hecho, esta es una solución muy elegante y elimina los criterios de cualificación mas complicados. Este mandato también promueve la hermandad y unidad entre mujeres ante una sociedad fuertemente dominada por los hombres. En otras palabras, este mandato esta designado para prevenir que las mujeres sean presionadas o usadas para dar los bienes de otras personas. Tan solo imaginad el escenario en la audiencia si se quiere seguir esa línea. Dos mujeres aparecen en contra de un hombre, en un escenario diferente en el que la opinión del hombre difiere con el de la mujer, ¿quién crees que será creído?
Además, hay suficientes cláusulas en el versículo relevante como para poner a un lado este requerimiento. “En el caso de que uno se olvide” es la disposición que lo califica. De aquí podemos ver que no es un problema de memoria pero la familiaridad o la falta de ella con las transacciones financieras de un tipo especifico. El enfoque de este mandato en la primera mitad de este largo versículo. Si una mujer es llamada como testigo, estoy seguro de que su testimonio será igual que el de un hombre. El ajuste necesario en la ley no parece irrazonable pero ¿por que entonces una mujer en su sano juicio no usaría el privilegio de tener un testigo extra a su lado?
Este no es el caso de un hombre contra dos mujeres, el hecho de que un mínimo de dos hombres son requeridos, incluso si excluyes totalmente a la mujer como testigo pone las cosas en perspectiva. Por cierto, no existen los medio-testigo. Lo que es importante de anotar es que en la última parte del versículo, Dios se refiere a las transacciones de compra y venta directa y ahí la llamada de testigos no esta quilificada en absoluto. De nuevo, se trata de validar la unicidad un contrato a plazo fijo.
Debemos recordad que en una situación de “el dijo ella dijo”, la palabra de una mujer es más importante que la de un hombre. Esto es también un mandato Coránico. Obviamente, hay un lugar y tiempo para aplicar las diferentes leyes en el interés de la justicia, no se trata de explicar si no de entender la clara palabra de Dios.
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