Autor: Lamp of Islam Traducido por Xavier Jiménez para RedCoran Las sesiones de salat durante el tiempo del Profeta eran para reflexionar sobre el Corán y discutir los problemas de la comunidad, y esto se diferencia mucho del ritual en el que se ha convertido hoy.
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El múltiple significado de la palabra SALAT deriva de la raíz sad-lam-waw1, que implican “comunicación”,seguir de cerca”, “apoyar”, “permanecer pegado”, siempre dependiendo del contexto.
En la mayoría de las ocurrencias en el Corán, SALAT significa “comunicación” - y, más específicamente, comunicación con guia. Esta guía puede ser un mensajero, un recordatorio, una persona con sabiduría, un libro de conocimiento, o simplemente la consciencia personal de cada persona.
La constante coranica “aqeemoo alssalata”, o “establecer el salat/comunicación”, no es sobre “realizar un rezo ritual” pero una llamada a constantemente atender a los mensajes divinos e implementarlos en la vida real.
Durante el tiempo fe la revelación coranica, la gente recibía estos mensajes directamente con la comunicación (salat), vía oral, a través de conversaciones regulares con el mensajero, usualmente dos veces al día. Estas sesiones “Salat” eran celebradas en momentos específicos del día - al atardecer y al anochecer (11:114, 17:78-79, 24:58) y también ocasionalmente, en emergencias, durante horas de trabajo (62:9-11; cf. 73:7). Eran atendidas por hombres, debido a la realidad patriarcal de la sociedad del momento (4:43, 5:6); y requerían, por el bien de la sociedad, limpieza física y buena presencia (4:43, 5:6, 7:31); y, más importante, requerían un estado de conciencia de la mente para entender los mensajes (4:43, 5:91). Para establecer un orden personal y colectivo, se pedía a la gente que establecieran este tipo de comunicación/conversación (Salat), siguiendo de cerca los mensajes proféticos de unidad, conocimiento, compasión, justicia, pluralismo...
Claramente, estás congregaciones durante la época del Profeta no eran rezos rituales en el sentido que tienen hoy. Originalmente designados para discutir eventos y comunicar temas importantes a la comunidad, se centraron principalmente en reflexionar sobre las palabras recién reveladas junto con la transmisión de la información necesaria
(73:20, 35:29, 42:38). Desde el principio, el Corán anima a establecer grupos de estudio y a reflexionar sobre las palabras reveladas durante buena parte de la noche (73:20, 73:1-7).
Por qué estas sesiones “salat” tenían primordialmente la intención de deliberar y diseminar los mensajes - y por que su audiencia fue por lo tanto empujada a entender y asimilar el mensaje usando el pensamiento y la razón
(3:79, 4:43, 5:91, 12:2, 14:4, 20:114, 25:73, 43:3-4, 44:58, 47:24, 73:6) – esencialmente se diferencia del ritual sin sentido de hoy en día que consiste en un mecanismo repetitivo de movimientos robóticos que borran la esencia del Salat original.
(25:73, 8:35, 107:4-5).
Tiempo después de la muerte del Profeta, quien cumplió su deber de entregar el mensaje (5:92, 16:35), la gente tuvo acceso a su mensaje detallado por medio de las copias de el Corán por completo y por lo tanto no necesitaron más de estas sesiones salat para recibir el mensaje de dado por otra persona. Ya que el Corán representa al mensajero, cualquier comunicación con el o con cualquier cosa que nos recuerde el mensaje se podrán calificar como una de las infinitas maneras de salat y cumplirán con su deber. De la misma manera, cualquier comunicación con la Escritora desde nuestro interior (el Libro, al-Kitab), a través de la meditación y la introspección, sin hacerlo de manera robótica, también se calificará como una forma de salat.
El avance social-económico de nuestro tiempo ha hecho la vida compleja, y aun así, hay muchas maneras disponibles para que la gente pueda realizar (y beneficiarse de) un salat coranico.
Ejemplos de esto serían: discusiones o charlas en un lugar determinado; lecciones en una clase; un estudio de grupo online en un foro o plataforma social; el estudio de un libro de pensamiento; o simplemente la comunicación con uno mismo en cualquier tiempo y en cualquier lugar. La calidad y contenido del salat puede variar de algo precioso y equilibrado, como el salat profético (2:238), a simples ruidos como el salat politeísta de Mecca (8:35).
Mientras todas son formas de salat, ninguna de ellas representa el salat definitivo y final.
(7:170, 11:114, 19:60-61, 20:14, 21:73, 29:45). Este constante recuerdo es más importante que ninguna otra forma de salat(29:45; 6:141).
La meta es, obviamente, el establecimiento del salat con el constante recuerdo de Dios, permaneciendo siempre consciente de los mensajes de Dios a través de nuestros pensamientos y acciones de nuestra vida diaria